¿Por qué elegiste esta profesión?
Pues fue un poco de casualidad, porque, la verdad, es que no tenía pensado ser logopeda. Pero en poquitos meses enganché con el plan de estudios que presentaba la universidad, porque a mí siempre me ha gustado trabajar con personas y me gustaba mucho el área del lenguaje.

¿Qué es lo mejor de trabajar en AUMENTA?
El ambiente de trabajo es muy bueno, trabajar con personas, trabajar con las familias con las que tratamos… estamos encantadas. También a implicación que ponemos, los proyectos que se nos van ocurriendo y el apoyo que tenemos entre nosotras. Creo que eso es lo mejor.

¿Os imaginabais en 2014, cuando creasteis AUMENTA, que llegaríais hasta este punto?
Que va. Nos planteábamos algo pequeño y nos planteábamos Laura y yo estar las dos en el proyecto, sí que con el apoyo de otro área que nosotras no dominábamos tanto, pero no esperábamos tener tantos profesionales a cargo y que creciese como ha crecido.

¿Hay algún caso que recuerdes con especial cariño en todos estos años?
Muchos. Hay muchos casos con los que empezamos, que continuamos teniéndolos en la actualidad, y recuerdo todos los que empezaron con nosotros con muchísimo cariño. Sobre todo gente que se ha vinculado contigo porque su caso ha sido más grave o ha necesitado de más ayuda nuestra y esos se quedan con nosotros para siempre.